¿De qué hablamos cuando hablamos del Síndrome del Impostor?
El Síndrome del Impostor es un fenómeno psicológico que genera una sensación, muy frecuente, de no estar a la altura y de convivir con el miedo constante de que quienes nos rodean en cualquier momento descubrirán la verdad: que somos unos farsantes.
El síndrome del impostor nos lleva a sentir y pensar que todo lo que hemos logrado, nuestros éxitos, se deben a la suerte o a causas externas a nosotros.
Nos lleva a pensar que no somos lo suficientemente competentes o buenos para desempeñarnos en tal o cual tarea, rol, situación, y de preguntarnos: qué hago yo acá? -Cualquier otra persona merecería estar acá menos yo.
¿Por qué es importante identificarlo?
Estos pensamientos y sensaciones recurrentes nos generan un auto concepto errado, una percepción distorsionada de nuestras capacidades y una gran inseguridad sobre nosotros mismos, nuestro talento, nuestro potencial y éxito profesional.
Frecuentemente nos lleva a sobre exigirnos a nivel laboral con el objetivo de demostrar que somos buenos profesionales, que podemos lograr buenos resultados, pudiendo tener dificultades para ponerle límites a la carga de trabajo.
Este miedo constante a ser descubiertos, a que todos se den cuenta que somos impostores, nos lleva a evitar hacer lo que queremos hacer, a evitar decir lo que queremos decir, a boicotear nuestro propio crecimiento y a evitar disfrutar y celebrar nuestros éxitos.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Debemos dejar de comparar la versión distorsionada de nosotros mismos con la mejor versión del otro. Dejemos de comparar nuestras "debilidades" con las fortalezas de los demás. Todos tenemos aspectos en los que nos destacamos más y aspectos en los que nos destacamos menos. Aprende a identificar tus fortalezas y a trabajar tus aspectos de mejora.
Identifica esos pensamientos negativos y recurrentes que aparecen en tu mente, esas rumiaciones constantes, y si podes escribílos.
Hace una lista de tus fortalezas, tus logros, de aquellos desafíos que enfrentaste y pudiste resolver, trabaja la visualización y conciencia de lo que has ido logrando y superando.
Hablalo, exterioriza lo que te pasa. Ponerlo en palabras puede ayudarte a ver las cosas en perspectiva.
Permitite no saber algo y pedir ayuda.
Te invito a pensarlo así...
Si un amigo o amiga te cuenta que siente que todos sus éxitos profesionales se deben a la suerte, que nada tienen que ver con su esfuerzo a nivel académico, su compromiso, responsabilidad, profesionalismo, que no buscará ir por ese ascenso que tanto desea porque no cree merecerlo, ¿qué le dirías? ¿Pensarías que es un impostor o impostora?
Quizás podes empezar a pensarte y tratarte a ti como pensas y tratas a tus amigos.
Mitch 🌱